¿Dónde Están Los People Meter?
Entre quienes trabajamos en Televisión es muy frecuente escuchar yo no conozco a nadie que tenga un aparato de esos instalado, y tienen razón.
Esta realidad no es sólo por el uso confidencial, sino porque se trata de muy pocos equipos instalados -cientos o miles según las ciudades y países- para obtener la muestra que represente a millones de televidentes. En cada país la forma para seleccionar los hogares varía, pero el método es similar. A partir de los fundamentos básicos de metodología de la investigación, específicamente la probabilística, se obtienen resultados muy cercanos a la realidad del universo tomado en cuenta.
La cantidad de people meter instalados en una población -municipios, ciudades o país- no es lo que se debe tener en cuenta para considerar confiable un estudio de promedios de rating.
Lo importante es dónde está ubicado cada people meter: La suma de todos los equipos instalados debe ser representativa del conjunto total que se va a estudiar, para que estadísticamente el tamaño de la muestra sea proporcional al de la población total que se analiza.
Un millón de people meter ubicados en hogares no representativos de una población de diez millones ofrece resultados inciertos, mientras que tres mil people meter ubicados en hogares que representen al universo de una población de sesenta millones, es más certero. Es en este último punto donde debe estar la exigencia y la auditoría a quienes miden las audiencias y no en la cantidad de aparatos, error frecuente de quienes cuestionan los análisis. La forma de medir el rating no es más que una encuesta electrónica. Es injusto descalificar a las empresas que realizan las mediciones del rating de acuerdo al número de people meter distribuidos. Eso evidencia desconocimiento de las teorías que rigen la metodología de la investigación.
Los Productores Nos Acostamos y Nos Levantamos Pensando En El Rating
Podría parecer exagerado, pero es real: todos buscamos el rating nuestro de cada día. Al día siguiente de haber producido un programa, buscamos el resultado de la audiencia, que de manera cruda nos dice: a mayor cantidad de puntos de rating, mayor éxito.
Algunos países, como Brasil y Chile, cuentan con el sistema de rating en línea -medición en caliente- donde se puede ver al minuto la respuesta que está teniendo en los televidentes lo que sucede en un programa en ese mismo momento. Esta forma de medir permite al productor ajustar al aire -si el programa es en vivo- el contenido y la dinámica de lo que dirige.
En la búsqueda del rating, queda bajo la responsabilidad de los productores los cambios en contenido y forma para obtener mejores resultados. Pero no es audiencia a cuaqluier precio. Interviene en cada decisión la ética del productor y de la compañía que trasmite el programa.
No creemos en el rating cuando no somos favorecidos con sus números. Pero lo defendemos cuando sus resultados nos benefician.
Quien trabaje en la Televisión -comercial o no- y diga que no le interesa el rating, no dice toda la verdad. La Televisión es el medio masivo de comunicación de más alcance y cuando se trabaja produciendo programas, el objetivo es que sean vistos por la mayor cantidad de personas posibles… y eso es el rating.
Siempre digo que la Televisión se hizo para ser vista.
A los deportistas se les reconoce por sus marcas, a los escritores por las ventas de sus libros, a los políticos por los votos recibidos y a los programas de televisión por sus niveles de rating. Siempre podemos cuestionar si la forma de medición actual es eficiente o no, si los colaboradores siguen viendo la Televisión como siempre la han visto o si modifican sus hábitos en función del nuevo aparato que convive con ellos en el hogar y hasta dónde la muestra que se obtiene refleja en realidad el gusto y la forma de ver Televisión en un sector de la sociedad. Pero hasta hoy no se conoce una herramienta más útil y precisa que el people meter. Es el equivalente de aquellas antiguas encuestas casa por casa, con lápiz y papel a la mano. Mientras así suceda, todos los que trabajamos en la industria de la Televisión rezamos, aunque San Rating no exista, esperando que nos favorezca, convencidos de que nunca es tarde… si el rating es bueno.
Por Alexis Núñez Oliva, Productor Ejecutivo
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